viernes, 12 de octubre de 2012
Sentir el aquí y el ahora

Foto realizada por mí el 09/10/12

Hace unos días andaba un poco agobiado y decidí hacer lo que hace mucho tiempo mi cuerpo me estaba pidiendo a gritos ¡Muéveme!, así que me lo llevé a hacer un poco de “running”.

He de confesar que nunca ha sido de los deportes que más me apasione y siempre, antes de decidirme a salir, he mantenido conmigo mismo un diálogo interno con tal de no ir, pero esta vez fue algo diferente, algo cambió...

Yo 1: - ¡Buf! Que pereza ahora ponerme a correr, con la de cosas que tengo que hacer…
Yo 2: - Va Albert, mira que tripa tienes, venga que ¡te irá bien quemar un poco de calorías!
Yo 1: - Tienes razón aunque sea sólo por eso debería ir, pero es que no me apetece nada…
Yo 2: - Venga despeja la mente un rato y tu cuerpo te lo agradecerá.
Yo 1: - Si tienes razón, pero no estoy motivado, me canso rápido y luego me tiro 3 días con agujetas, además no me gusta.
Yo 2: ¿Y si lo haces en plan “Mindfulness”? ¿Eso que tanto se lleva del “aquí y el ahora”, de ser consciente en cada momento, de estar en el presente?
Yo 1: ¡Pues no es mala idea! Puedo salir a correr de una forma distinta, probar algo diferente…

Pues ahí estaba yo, dispuesto a intentar eso tan raro del “Mindfulness” pero sin saber cómo, ni dónde, disfrazado con ropa del decathlon y con mí inseparable Ipod para ir todo el camino escuchando música, a ver si se me pasaba más rápido el trayecto…

Después de un rato corriendo decidí ir por un camino diferente (ya puestos a hacer cosas diferentes) y para mi sorpresa a los 2 minutos apareció un bosque ante mis ojos, ahí, en medio de tanto asfalto, casas, coches, gente…
Mi primera reacción fue pararme a observar, después me quité los auriculares para poder escuchar lo que allí estaba pasando y poco a poco dejé de correr; me senté en el suelo, notando como la sangre fluía acelerada por mis piernas, mis pulmones no dejaban de expandirse y contraerse, el latido de mi corazón me tocaba el pecho, latía rápido…
De pronto una pregunta me recorrió mi cabeza ¿Todo esto funciona solo? ¡Que maravilla!
Sentía el canto de algunos pájaros, el viento tocando mi cuerpo ofreciéndome el frescor que necesitaba en ese preciso instante, el ruido de las hojas en movimiento, el olor a bosque, a naturaleza…

No puedo explicar con palabras todo lo que allí sentí, hay que experimentarlo, pero si os puedo asegurar que desde este día mi visión sobre hacer cualquier cosa me ha cambiado.
Me he dado cuenta de todas las cosas que me he perdido por el mero hecho de asumir que funcionan autónomas y no les daba importancia, es como si supiera que están ahí pero nunca les he llegado a prestar la suficiente atención.

¿Cuántas cosas doy por sentado que funcionan solas y no les presto atención?
¿Cuántas cosas hago o practico de las cuales podría disfrutar infinitamente mas estando aquí y ahora, disfrutando de todo lo que me rodea en cada momento, sintiéndolo intensamente?
¿Qué juicios o creencias me llevan a no disfrutar de momentos únicos?


“Date cuenta profundamente de que el momento presente es todo lo que tienes. Haz del Ahora el enfoque principal de tu vida.”
(Eckhart Tolle)


P.D: La foto de la entrada está realizada por mí el mismo día.

Podéis ver mi proyecto en:

0 comentarios:

Publicar un comentario

 
;