miércoles, 24 de octubre de 2012 0 comentarios

El día que decides ser dueño de tu vida


Me encuentro últimamente a muchas personas que viven sumidas en la queja, echándole la culpa de todo lo que les sucede en la vida a los demás, y no les falta razón, claro que no… crisis, jefes, jueces, políticos… y no avanzan, siguen en el mismo sitio. ¡Pero si tienen toda la razón del mundo! ¡Es injusto! Si, tienen razón pero  entonces me pregunto…

¿Dónde quedas tú en todo esto?
¿Cuánto poder de elegir tienes?
¿Como te sientes actuando así?
¿A dónde te lleva?

Hemos de ser conscientes de que nos guste o no respondemos por todo, y cuando me refiero a responder es en el sentido de que nos afecta 100%, nos creamos o no responsables de lo que suceda:
De que haya crisis, respondemos 100%.
De que el gobierno lo haga bien o no, respondemos 100%.
De que el agujero de la capa de Ozono aumente, respondemos 100%.
De que una fábrica tire sus residuos al mar, respondemos 100%.
De que vivamos en una sociedad de consumo, respondemos 100%.
De que el precio del barril de Brent suba o baje, respondemos 100%.
… y así podríamos hacer una larga lista.

Y ahora que sabemos que respondemos por todo debemos diferenciar entre “responder” y nuestra “responsabilidad”, entendida como “habilidad de responder”.

¿Cuánta habilidad tienes para responder ante lo que te pase en tu vida?
La vida nos va a poner en situaciones de las cuales no vamos a tener la culpa de nada, pero responderemos 100% por ellas y ahí es cuando entras tú, adueñándote de tu vida y aprendiendo a ser habilidoso para responder, aprendiendo a ser PROTAGONITSTA de tu historia, no permitiendo que nadie mueva ficha por ti dejándote en una posición de VICTIMA.
Y claro que puedes sumirte en un largo relato de quejas, angustias, rabietas… pero cuando estés en este estado pregúntate siempre…
¿A dónde me llevan?
¿Consigo lo que quiero o sigo en el mismo sitio?
¿Cómo me siento?
Ya puedo adivinar cual será la respuesta, “A ningún sitio, sigo donde estaba, sin tener lo que quiero, siento rabia, angustia… 

Toda habilidad requiere un tiempo de aprendizaje así que solo hace falta practicar, practicar y practicar y ¿sabes lo mejor? Tienes toda una vida para aprender pero no esperes, hazte dueño de tu vida, aquí y ahora.

Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento. 

(Viktor Frankl)

Gracias a tod@s!

Podéis ver mi proyecto en:
viernes, 12 de octubre de 2012 0 comentarios
Sentir el aquí y el ahora

Foto realizada por mí el 09/10/12

Hace unos días andaba un poco agobiado y decidí hacer lo que hace mucho tiempo mi cuerpo me estaba pidiendo a gritos ¡Muéveme!, así que me lo llevé a hacer un poco de “running”.

He de confesar que nunca ha sido de los deportes que más me apasione y siempre, antes de decidirme a salir, he mantenido conmigo mismo un diálogo interno con tal de no ir, pero esta vez fue algo diferente, algo cambió...

Yo 1: - ¡Buf! Que pereza ahora ponerme a correr, con la de cosas que tengo que hacer…
Yo 2: - Va Albert, mira que tripa tienes, venga que ¡te irá bien quemar un poco de calorías!
Yo 1: - Tienes razón aunque sea sólo por eso debería ir, pero es que no me apetece nada…
Yo 2: - Venga despeja la mente un rato y tu cuerpo te lo agradecerá.
Yo 1: - Si tienes razón, pero no estoy motivado, me canso rápido y luego me tiro 3 días con agujetas, además no me gusta.
Yo 2: ¿Y si lo haces en plan “Mindfulness”? ¿Eso que tanto se lleva del “aquí y el ahora”, de ser consciente en cada momento, de estar en el presente?
Yo 1: ¡Pues no es mala idea! Puedo salir a correr de una forma distinta, probar algo diferente…

Pues ahí estaba yo, dispuesto a intentar eso tan raro del “Mindfulness” pero sin saber cómo, ni dónde, disfrazado con ropa del decathlon y con mí inseparable Ipod para ir todo el camino escuchando música, a ver si se me pasaba más rápido el trayecto…

Después de un rato corriendo decidí ir por un camino diferente (ya puestos a hacer cosas diferentes) y para mi sorpresa a los 2 minutos apareció un bosque ante mis ojos, ahí, en medio de tanto asfalto, casas, coches, gente…
Mi primera reacción fue pararme a observar, después me quité los auriculares para poder escuchar lo que allí estaba pasando y poco a poco dejé de correr; me senté en el suelo, notando como la sangre fluía acelerada por mis piernas, mis pulmones no dejaban de expandirse y contraerse, el latido de mi corazón me tocaba el pecho, latía rápido…
De pronto una pregunta me recorrió mi cabeza ¿Todo esto funciona solo? ¡Que maravilla!
Sentía el canto de algunos pájaros, el viento tocando mi cuerpo ofreciéndome el frescor que necesitaba en ese preciso instante, el ruido de las hojas en movimiento, el olor a bosque, a naturaleza…

No puedo explicar con palabras todo lo que allí sentí, hay que experimentarlo, pero si os puedo asegurar que desde este día mi visión sobre hacer cualquier cosa me ha cambiado.
Me he dado cuenta de todas las cosas que me he perdido por el mero hecho de asumir que funcionan autónomas y no les daba importancia, es como si supiera que están ahí pero nunca les he llegado a prestar la suficiente atención.

¿Cuántas cosas doy por sentado que funcionan solas y no les presto atención?
¿Cuántas cosas hago o practico de las cuales podría disfrutar infinitamente mas estando aquí y ahora, disfrutando de todo lo que me rodea en cada momento, sintiéndolo intensamente?
¿Qué juicios o creencias me llevan a no disfrutar de momentos únicos?


“Date cuenta profundamente de que el momento presente es todo lo que tienes. Haz del Ahora el enfoque principal de tu vida.”
(Eckhart Tolle)


P.D: La foto de la entrada está realizada por mí el mismo día.

Podéis ver mi proyecto en:
viernes, 5 de octubre de 2012 0 comentarios

Detrás del miedo


El miedo es una reacción emocional y fisiológica que nos defiende a todos los seres humanos de posibles peligros o ataques. Este miedo es absolutamente necesario porque sin él sufriríamos mas de un accidente inesperado,  pero… ¿Para todo es igual de efectivo? ¿Qué hay detrás del miedo?

Cuando tenemos miedo a realizar un sueño, a poner en marcha un proyecto, a pedir perdón, a hacer una petición, a decir “te quiero”, a decir no… ¿es útil este miedo?
La mayor fuerza del miedo reside en anclarse a experiencias pasadas o futuras, las cuales no sabemos si pasarán, pero a él le encanta aferrarse a ellas como un clavo ardiendo ¿Y para que? Para que no intentemos si quiera lo que queramos, porque el mismo miedo tiene miedo de no ser alimentado, de perderse, y para ello utilizará todas las estrategias posibles por y para su supervivencia.

¿Cómo debemos actuar ante él?
El miedo nos ganará siempre y cuando le hagamos caso 100%, en el momento en que se apodere de nosotros y sea él que lleve el control, quien decida por nosotros.
Al miedo le encanta recordarte constantemente todos los juicios que ha ido almacenando a lo largo de las experiencias que hayas tenido en tu vida y te los funda como verdades grabadas en mármol, te los recordará siempre, una y otra vez.
Nuestro trabajo consiste en no hacerle demasiado caso, aceptar que debe estar ahí para protegernos pero debemos ser conscientes hasta que punto él decide por nosotros.
La ventaja que tenemos sobre él es que nosotros podemos vivir en el ahora y pensar que lo que pasó en el pasado no tiene porqué volver a pasar y para lo que pasará no tenemos control, así que ¿Por qué alimentar al miedo?

Piensa en todo lo que hay detrás del miedo cada vez que te aferres a él
¿Un sueño?
¿Una proyecto?
¿El amor de tu vida?
¿Tu felicidad?
¿Tu mejor tú?

Tu eres el máximo responsable de alimentar ese miedo, tu decides quien manda, cuándo debe protegerte y cuando no.


“Afronta tu camino con coraje, no tengas miedo de las críticas de los demás. Y, sobre todo, no te dejes paralizar por tus propias críticas”
(Pablo Coelho). 


Gracias a tod@s!

Podéis ver mi proyecto en:
 
;