viernes, 29 de junio de 2012 1 comentarios

Mi mochila de emociones



Hoy me gustaría comentaros algo que llevo tiempo dándole vueltas y que día a día, información tras información, acontecimiento tras acontecimiento, me demuestra que el sentirse escuchado y escucharse es muy importante incluso para nuestra propia salud mental y física ya que nadie nos escucha de verdad y no sabemos como escucharnos.
Os pongo en situación:

La semana pasada sin saber bien porque ni como, sufrí una crisis fuerte de ansiedad, supongo que debido a la carga que llevo día tras día y también en mucha parte a mi propia autoexigencia, trabajo, estudios de Psicología a distancia, máster de Coaching, proyecto de Coaching12… y que conste que todo lo hago con pasión y disfrutando de todo lo que me pasa y acontece a lo largo de los días, o por lo menos eso creía.
Siempre digo que cambiar no es fácil, es un proceso que lleva tiempo, noches oscuras, desiertos y si lo digo es porque yo lo estoy viviendo en mis propias carnes, no soy de esos que "doy consejos y para mí no tengo", todo lo que digo y aconsejo es porqué yo lo intento y me funciona, me hace bien, y quiero compartirlo.

Pues resulta que fui a mi medico de cabecera y sin apenas mirarme ni escucharme, por mas que intenté explicarme me recetó Diazepam, advirtiéndome, eso si, que era adictivo y que lo tomara sólo en caso excepcional. No estoy en contra de los medicamentos ni mucho menos de los profesionales en medicina, me parece que hacen una labor importante y excepcional, pero creo que si me hubiese escuchado un poco me habría ahorrado el Diazepam (que ni lo compré), porque con una sesión de relax, meditación, de toma de conciencia y saber que yo soy el absoluto protagonista de todo lo que me pasa, gracias también a mi Coach y Psicóloga, se me pasó al cabo de unos días, porque todo era mental, pero se me había escapado de las manos y no supe controlar las emociones que me llevaron a ello.

He descubierto que es importantísimo no solo que te escuchen, sino escucharse a uno mismo, sentir que nos pasa, poner etiquetas a las emociones que nos ocurren, localizarlas, aceptarlas y dejar que se vayan, ya que esto, nunca no os lo han enseñado en la escuela y es algo que deberíamos aprender y practicar, de ahí todo lo que se está escuchando sobre Inteligencia Emocional.

Os dejo una entrevista de la gran Elsa Punset sobre Inteligencia Emocional,

Y un link de introducción a la Psicomedicina,

Como resumen añadiré que hay que disfrutar del camino, de todo y de todos y debido a todo el estrés de este año me voy una semana a relajarme a Ibiza XD, así que voy a desconectar de mi vida 2.0 y darle más espacio a mi vida 1.0. ¡Nos vemos a la vuelta!

“El corazón es una estación intermedia, no la última. La última estación es vuestro ser; ahí se termina el camino, porque no hay ninguna otra parte a la que ir”

Osho
  
Gracias a tod@s!

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viernes, 22 de junio de 2012 2 comentarios

Silencio, ese gran desconocido



¿Podríamos definir el silencio? ¿Lo hemos escuchado o percibido alguna vez? ¿Cómo es?

Vivimos en un mundo de constante ruido, ruido de vehículos, de gente, de televisiones, de música… y muchos de estos ruidos se mezclan incluso entre ellos aunque no seamos conscientes ni de que los estamos escuchando, decimos que nos dedicamos a vivir y ni siquiera atendemos nada de lo que pasa a nuestro alrededor.

Pensando en todo esto esta semana me he propuesto a intentar escuchar el silencio pero no lo he conseguido, siempre hay ruido, y lo peor de todo, ese ruido procede de mi mente, no puede callarse, por más que lo intente, incluso cuando intento escuchar a alguien no para, emite juicios constantemente, no me deja escuchar bien, siempre interfiere.

Pues bien, lo curioso del caso es que al intentar estar en silencio he descubierto sonidos y sensaciones que no suelo escuchar, como el latido de mi corazón, mi respiración…
No deja de sorprenderme lo difícil que es para mí estar en el aquí y ahora, pararse un momento a sentir todo lo que me rodea, a notar que tu cuerpo y mente funcionan solos, automáticos, como todo lo que nos envuelve cada día, pero os haré una confesión,

“Me encanta sentir que estoy vivo y todos deberíamos probarlo cada día y estar agradecidos”

Quizá el post de hoy no os parezca muy relevante, puede que sólo sea una reflexión o un comentario personal pero como este es mi proyecto de vida quiero dejarlo reflejado y compartirlo con vosotros porque la verdad es que considero que “pararse” un momento es considerablemente útil para valorar todo lo que tenemos, y no me refiero a lo material.  
Por último sólo os dejaré una frase que he leído no hace mucho,

“El silencio es el espacio donde uno se despierta, y la mente ruidosa es el espacio donde uno se mantiene dormido”
Osho



Gracias a tod@s!

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viernes, 15 de junio de 2012 0 comentarios

Amigos inseparables



Hoy quiero hablaros de dos amigos inseparables que seguro conoces o te suenan y que los llevas contigo desde naciste.
Dos amigos que muchos se han esforzado en separar o muchos creen independientes el uno del otro pero el día a día demuestra que no es así, que lo que hace uno siempre repercute en el otro y viceversa.
El hecho es que como vamos en esta inercia en la cual funcionamos con un piloto automático, nos olvidamos de que existen y son verdaderamente pocos los que los cuidan, los miman, los ejercitan, son conscientes de que los tienen e incluso peor, los olvidan.
Estos amigos inseparables dependen de otro amigo, un protagonista esencial para su supervivencia y ahí es donde entramos en juego nosotros como ser.

¿Pero cómo hago para saber que están ahí?

El ser humano tiene una cualidad que lo diferencia del resto de las especies y es el poder de reflexión, el razonamiento, y ahí es donde empezaremos a descubrir que existe nuestro primer aliado, la mente. ¿Os suena eso de mantener conversaciones con vosotros mismos?

Una vez tenemos localizado a nuestro primer aliado lo primero que tenemos que hacer es ser conscientes, ese darnos cuenta, estar atentos, y siendo conscientes nos llevará a descubrir al otro amigo inseparable, palpable, visible para nosotros y para los demás, el cuerpo.

Debemos ser conscientes de que los tenemos, de sentirlos, de que no estamos solos en este viaje que es la vida, sino que nos acompañan siempre, y como buenos amigos, nos lo harán en las buenas y en las maduras, para siempre.
Y lo mas importante de todo es que una vez hemos tomado consciencia de que existen debemos cuidarlos, saber que lo que uno hace repercute en el otro, por ejemplo, si ejercito mi cuerpo mi mente se fortalece, se siente bien, y viceversa, por ejemplo, dependiendo de los pensamientos que mi mente construya mi cuerpo transformará esos pensamientos en acciones.

Y ahora que ya eres consciente de que tienes una responsabilidad, ¿Vas a comprometerte a cuidarlos? ¿Vas a ser constante?
Mantener un equilibrio entre los dos no es tarea fácil así que intenta que siempre estén alineados, haz conciencia siempre en algún momento del día y pregúntales como se sienten, quizá así descubras mas cosas sobre ellos.

¡Esto es solo el principio de una buena y larga amistad!

“Tu mente debe estar en armonía con el funcionamiento del universo; tu cuerpo debe estar sintonizado con el movimiento del universo; cuerpo y mente deben ser uno, unificados con la actividad del universo.”

Morei Ueshiba (creador del Arte de la Paz, Aikido).

Gracias a tod@s!

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viernes, 8 de junio de 2012 0 comentarios

El arte de escuchar


Mas de uno se preguntará que porque he puesto “El arte” de escuchar y es que yo desde hace muy poco he empezado a verlo como un arte por varias razones.

La primera razón, y creo que la mas importante y de la cual no somos conscientes, es que NO SABEMOS ESCUCHAR.
Cuándo digo escuchar me refiero a poner toda nuestra atención y sentidos a disposición de la persona que nos habla y quiere y/o necesita ser escuchada.
¿Cuantas veces nos están hablando y estamos pensando en mil cosas o estamos en todos los sitios posibles menos aquí y ahora? Miramos el reloj, perdemos el foco de atención para desviarlo a cualquier cosa que pase a nuestro alrededor, o peor aún, interrumpimos porque hemos empatizado con lo que nos dicen con el habitual “¡Si sí! A mi también me pasa…” y empezamos a contar nuestra historia.
Inconsciente o conscientemente (que eso es peor) no escuchamos, no ponemos toda nuestra energía en ello porque no sabemos, no nos han enseñado, y es aquí cuando el escuchar pasa a convertirse en un arte y como todo arte requiere horas de práctica para aprender.

La segunda razón por lo que lo considero un arte es porque es increíble los beneficios que aporta para la persona que se siente escuchada y para el que escucha. Cuando escuchas a alguien sin juzgarlo, sin interpretar lo que te dice, poniendo toda tu atención en él, paras el mundo de tu alrededor por unos instantes para estar solo presente para esa persona es una sensación increíble, que yo hasta hace muy poco desconocía.
La palabra que resume lo que yo siento es GRATITUD, gratitud por sentir que esa persona me haya confiado a mí lo que ha dicho y me haya ofrecido ese momento.
Hasta ahora nunca me habían dado las gracias sólo por escuchar, algo que parece tan simple ¿verdad?, es increíble lo que genera una sola palabra tan simple como esta.

Por otro lado pararos a pensar por un momento como os sentís cuando notáis que alguien no os está escuchando ¿Rabia?¿Malestar?¿Incomodidad?.

Os propongo que probéis, experimentéis, os ofrezcáis a alguien 100%, lo escuchéis. Puede ser un amigo, vuestra pareja, vuestro hijo/a, algún conocido, estoy seguro que algo va a cambiar en vosotros, ¿Estáis dispuestos a probar?

¡Ah y se me olvidaba lo mejor! ¡ES GRATIS!

“Hablar es una necesidad, escuchar es un arte”, Ghoete

Gracias a tod@s!

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viernes, 1 de junio de 2012 0 comentarios

Adicción a las respuestas


El poder hacernos preguntas y tener la necesidad de buscar respuestas es un hecho que nos diferencia de las demás especies animales. Esta diferencia es la que nos hace ser seres racionales y este diálogo interno que nos caracteriza que nos priva o nos lleva a utilizar la intuición es el adicto a buscar respuestas en todas partes y lugares.

SI nos detenemos un momento a pensar en cualquier decisión que vayamos a tomar en cualquier momento y que vaya a determinar un cambio, siempre vamos a tener un diálogo interior antes de decidirnos a lo que vamos hacer y de que forma.
Este diálogo interior es cosa de dos, de nuestra conciencia y de nuestra intuición, y por norma general gana nuestra conciencia, la parte “responsable”, la que lo sabe todo, esa que te plantea cien mil preguntas antes de tomar una decisión y encima lo sabe todo sobre tu futuro, sabe todo lo que va a pasar siempre, sin ninguna duda, ¿os suena?

¿Pero si hago esto que pasará? Seguro que saldrá mal, mejor no lo hago
 Si le digo esto se lo tomará así, mejor no se lo digas.
¿Si tomo esta decisión que implicará? Para que, si total, ahora estas bien así.

Constantemente nos pasamos la vida buscando respuestas y contestándonos a nosotros mismos cosas que no sabemos y que nadie sabe, no es que sea malo ya que estas respuestas son un método de defensa y supervivencia, pero tampoco diremos que es bueno, y ahora explico el porqué.

El hecho de buscar respuestas de algo que no la tiene es que te impide avanzar, te impide incluso ir a buscar esas respuestas, por ejemplo,

¿Si te planteas emprender en un negocio sabes como te irá?
¿Si empiezas a estudiar algo para un futuro trabajo sabes si lo encontraras?
¿Si cambias de trabajo sabes si será para bien o para mal?
¿Si terminas o emprendes una nueva relación?
¿Si pides un aumento te lo darán?

El hecho de saber lo que tenemos nos genera un adorable confort y la conciencia lo sabe, no le gusta el riesgo, el miedo, la incertidumbre y por eso nos protege contestándonos y convenciéndonos para que no le causemos molestias y no hagamos caso a nuestra parte aventurera e irracional que es la intuición.

No intentes responderte mas preguntas a las que no sabes las respuestas, prueba, experimenta, pide… y cuando de verdad hayas encontrado las respuestas a tus preguntas iniciales sé consciente de que habrás hecho y construido un camino en el que habrás aprendido mucho más de lo que ya sabías. Y ahora…  ¡a por otras!

"En el cento de tu ser tienes las respuestas; sabes quién eres y sabes qué quieres", Lao Tse

Gracias a tod@s!

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