Miedo al “NO”
En
el post de hoy os voy a hablar de las oportunidades que la gran mayoría
perdemos solo por el simple miedo a que nos digan que “NO”.
¿Cuántas
oportunidades has dejado escapar por miedo a preguntar o a proponer algo que te
curiosea o de lo cual no sabes?
¿Pero
porque este miedo a preguntar o proponer alguna idea sólo por el hecho de
recibir una negativa?
Pues
es bastante simple, por el miedo al rechazo. El rechazo genera unas
emociones muy negativas, ya que cómo animales sociales que somos, sentirse
rechazado o sólo es lo peor que le puede pasar al ser social por el que nos
constituimos.
Todos
necesitamos sentirnos queridos y amados, y en muchos casos, reconocidos
socialmente en muchos ámbitos de nuestra vida y el miedo al ridículo, al
rechazo, a la vergüenza, veces nos puede mas que el hecho de quedarnos sin
aprender, incluso aprender a gestionar un “no” y abrir un espacio de
posibilidades ante ese “no”.
Ahora
pregúntate una cosa, ¿Es mejor la sensación de quedarse con la duda y perder
algo que quieres por adelantado o el miedo a la negativa?
Mientras
nos quedamos en la duda, a parte de perder la oportunidad de conseguir lo que
queremos, siendo nosotros los máximos responsables, nuestra mente y nuestras
emociones trabajan a 10.000 por hora en ese momento de incertidumbre, ¿lo digo,
no lo digo?¿Qué pensarán?¿Que dirán?¿Quien soy yo para…? Y muchas preguntas y
respuestas que nos hacemos con nosotros mismos que generan un gran malestar
emocional y al final, todo se reduce a que preferimos seguir con las manos
vacías, renunciando a lo que queremos.
Somos
nosotros mismos los que elegimos abrir espacios para el aprendizaje y nosotros
mismos somos los que también los cerramos porque lo que no sabemos es que si
nadie sabe lo que sientes, piensas o quieres es imposible que puedan entenderte
o intentar ayudarte.
Aasí
que yo, después de estar durante muchísimo tiempo cerrándome puertas he
decidido aprender, y sé que no será fácil pero como siempre digo, si te sirve
para algo, por poco que sea y es bueno, sigue por ese camino.
¿Cuantas cosas perdemos por miedo a
perder? Paulo Coelho
No
hay que dejar que nadie, ni siquiera nosotros mismos, nos diga lo que podemos o
no hacer.
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