Un final es siempre un nuevo comienzo
El fin de semana
anterior estuvimos todo el fin de semana cerrando el máster de Coaching y
aunque se cierra una etapa, otra, con grandes ventanales se ha abierto.
En el máster he
coincidido con 19 personas, 19 personas con miedos, inseguridades, grandes y
pequeños egos, sueños, inquietudes, máscaras… 19 personas deseando vivir y
sentir cada latido de su corazón y abriéndolo para compartirlo con los demás.
Hoy quiero tener
estas palabras para ellos, porque he pasado unos de los mejores 9 meses y sin
ellos nada de lo que siento hoy hubiese sido posible.
Con ellos he aprendido
a no juzgar a nadie a la primera de cambio, a sumergirme en una mirada, a intentar
averiguar que hay detrás de esos ojos, detrás de unas palabras, detrás de unos
gestos o determinadas acciones, a descubrir y destapar el ser vivo, humano, desnudo,
sin máscaras, a abrazar, si a abrazar de verdad, a agotar las emociones…
He aprendido a sostener
conversaciones emocionalmente intensas, a dejar de mirarme el ombligo para estar
al servicio de los demás. No os imagináis lo que puede ayudar a alguien y el
espacio de posibilidades que abre la simple pregunta ¿Qué necesitas?
He aprendido a
conocerme un poco más, a honrarme a mismo, a confiar en mí, a no tener la
necesidad de tenerlo todo controlado, a dejarme llevar… a VIVIR.
No puedo explicar
con palabras lo que siento, y a muchos incluso os sonará raro, pero es una
mezcla entre un sentimiento de plenitud, de gratitud y amor.
Siempre he tenido
claro que el AMOR, esa palabra que parece tabú, puede conseguirlo todo y ahora
estoy más convencido que nunca que no existen barreras si haces las cosas
porque verdaderamente las amas, con amor no hay límites ¿Quién no ha hecho
locuras por amor? Y cuando hablo de amor no es solo el de pareja, me refiero
amar tu profesión, amar a tu familia, a tus amigos, a ti...
Como siempre,
creo que en este mundo nada es casual y que los que conectamos por alguna razón
en un momento determinado es por algo o para algo, y yo como joven aprendiz que
seré siempre he aprendido muchísimo de y con vosotros.
Habéis entrado en
mi vida porque os necesitaba, porque
necesitaba sacar lo mejor y lo peor de mí y que vosotros fuerais partícipes de
ello. Habéis entrado en mi vida para
creer todavía mas en lo que estoy comprometido a construir, para reafirmarme
que las personas no somos máscaras, somos humanos, con sentimientos, con
llantos, con alegrías y que somos los únicos responsables de elegir que
queremos ser, como queremos estar.
GRACIAS
amigos de alma por compartir este viaje conmigo, un pedacito de mi corazón
es vuestro.
Gracias a tod@s!
¿Me acompañas? Te acompaño